Bernardo Provenzano, conocido como Zio Binu (Tío Bernardo) o U tratturi (El tractor, debido a su fuerza y determinación para disparar y matar), nacido en 1933 en Corleone, es el máximo dirigente de la Cosa Nostra siciliana.
Biografía
Su carrera mafiosa y escalada criminal comenzó en la década de 1950, cuando junto a Salvatore "Totó" Riina y Calogero Bagarella, se convirtió en el lugarteniente del gran jefe de la mafia corleonese Luciano Liggio. Su primer trabajo fue liquidar a Francesco Streva, del clan contrario de Michele Navarra. El mafioso escapó en un primer momento, pero el 10 de septiembre de 1963 fue asesinado.[1] Provenzano, buscado por la policía, pasó a paradero desconocido, en el que llegaría a estar durante cuarenta y tres años. Era el 18 de septiembre de 1963.
Con el paso de los años y tras dejar un reguero de sangre en la guerra entre clanes mafiosos de la década de 1980, Riina y Provenzano se hicieron con el control de Cosa Nostra, después de vencer a la poderosa mafia capitalina de Palermo. Bagarella, entre tanto, fue asesinado. El clan de los Corleoneses dominó Sicilia y Riina se erigió en el máximo representante, mientras que Provenzano pasó a un supuesto segundo plano.
La justicia les siguió los pasos y el nombre de los dos aparece en decenas de procesos, mientras comenzó a tejerse su fama de invisible. Según los conocedores de los entresijos de la Cosa Nostra, Provenzano fue el que manejó la organización durante medio siglo. Cuando Totó Riina fue detenido el 15 de enero de 1993, Provenzano asumió el control total de la organización. Destacados "arrepentidos mafiosos" (colaboradores de la justicia), como Totó Cancemi y Gioacchino Pennino aseguraron que Provenzano siempre ha mantenido el "control político" dentro de la Cosa Nostra, mientras que Riina fue en realidad "el jefe militar".
A Provenzano se le relaciona con 127 asesinatos mafiosos llevados a cabo en los setenta y los primeros años de los noventa, delitos por los que está condenado en rebeldía a cadena perpetua. Provenzano estuvo en paradero desconocido durante 43 años. Apoyado en la "omertà" (pacto de silencio) que rige en la mafia y tal vez ayudado por personalidades importantes de la vida siciliana, Provenzano pasó todo ese tiempo en la isla. Se llegó a asegurar que había muerto. Nadie lo reconocía y su voz nunca fue interceptada o reconocida por teléfono.
La única foto que se conocía de Provenzano era de 1958, lo que le permitió incluso burlar una vez más a las autoridades italianas en 2005, cuando viajó a Francia para operarse de próstata en un hospital de Marsella, en el que se alojó bajo la identidad de un jubilado siciliano. El mafioso, por el que se ofrecía una recompensa de 2,5 millones de euros, llegó a presentar un formulario de la sanidad siciliana para poder ser intervenido en el extranjero sin necesidad de pagar, y pasó a la Región de Sicilia la factura de la operación y de los siete días que estuvo ingresado.
Bernardo Provenzano fue detenido el 11 de abril de 2006 en su pueblo natal de Corleone.